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Líneas de Comunicaciones Marítimas – Digitales

Por Hugo Barra Salcedo. Director de Liga Marítima de Chile

Columna de Opinión:

Líneas de Comunicaciones Marítimas – Digitales

 Por Hugo Barra Salcedo. Director Liga Marítima de Chile

La comunicación por medio de cables submarinos data de 1851, cuando se logró instalar el primer cable submarino de cobre entre Inglaterra y Francia. Quince años después, en marzo de 1866 se logró tender un cable, también de cobre, entre Canadá e Irlanda; fue el primer cable trasatlántico, técnica y comercialmente exitoso, que permitió comunicaciones entre Europa y América. 

Habría de  pasar casi un siglo para presenciar la irrupción de la fibra óptica en el ámbito de la comunicación submarina. Las primeras transmisiones telefónicas por cables de fibra óptica submarinos datan de 1985. Las ventajas de la fibra óptica en comparación con los cables de cobre,  como su mayor durabilidad y seguridad ante intentos de interferencias, mayor ancho de banda y velocidad de transmisión, hicieron que rápidamente el cobre fuese reemplazado por la fibra óptica, dejando cientos de cables de cobre abandonados en el lecho marino. En 1988, se instaló el primer cable de fibra óptica submarino con tres cables, que podía transmitir hasta 20 Megabits por segundo. Miles de cables submarinos de fibra óptica descansan hoy en el fondo de todos los océanos, y por sus fibras navegan trillones de tera bytes de la data que las comunicaciones de todo tipo, demandan hoy.  

En Chile, las Líneas de Comunicaciones Marítimas – Digitales, tuvieron un explosivo crecimiento a partir del año 1999. Al día de hoy, la data que Chile envía y recibe, tanto de ultramar como de “cabotaje”, viaja por siete sistemas o redes de cables submarinos de fibra óptica, con aterrajes en varias de las ciudades puertos del país, y sigue ampliándose. 

En septiembre recién pasado “Google Región Andina” y “Desarrollo País” empresa estatal chilena, cuyo fin es impulsar el desarrollo de la infraestructura estratégica nacional, firmaron un acuerdo creando la empresa público – privada “Humboldt Connect”. Su propósito, instalar, gestionar y comercializar el primer cable submarino de fibra óptica de conectividad digital del hemisferio sur, entre Sudamérica y Oceanía. 

El proyecto, bautizado Humboldt, en honor al naturista alemán, Alexander von Humboldt, pretende estar operativo el primer semestre de 2027, uniendo los 14.800 kms que distan entre el balneario de Santo Domingo, al sur del puerto de San Antonio en la Región de Valparaíso, y Australia y Nueva Zelandia en Oceanía, pasando por la Polinesia Francesa.

Humboldt tendrá una capacidad de transmisión de data digital de 144 Tera Bytes por segundo, sustancialmente superior a las prestaciones de los actuales cables de fibra óptica submarinos, y será la única conexión digital que cruce el Océano Pacífico, en el hemisferio sur.  

Desde el punto de vista técnico, Humboldt, como alternativa a las actuales LLCCMM Digitales chilenas que surcan el Océano Pacífico, otorgará mayor eficiencia y confiabilidad, por cuanto la disminución de nodos de conexión se traducirá en una mayor velocidad de transmisión y menor riesgo de congestión, como también una mayor resiliencia ante probables conflictos EEUU vs China. Una capacidad digital que también beneficiará a Argentina, otorgándole la posibilidad de aprovechar las ventajas que Humboldt otorgará a la conectividad digital del continente. 

Adicionalmente, hace algunas semanas el Consejo de Política Antártica, principal órgano asesor de la presidencia, aprobó el Plan Estratégico Antártico 2026 – 2030. El plan contempla, entre otros objetivos, el desarrollo de un estudio de factibilidad para la instalación de un cable submarino de fibra óptica que conecte al país con el continente blanco. Un activo que sin duda reforzará la presencia y vocación antártica de Chile a través de un medio confiable y estable para el intercambio de información en tiempo real en apoyo de la gestión, de la operación e investigación científica que desde hace décadas, realiza Chile en el territorio antártico. El proyecto brindará mayor capacidad de transmisión de data hacia y desde las bases presentes en el territorio antártico, y por sobre todo reforzará la soberanía antártica de Chile en términos de infraestructura digital, posicionando de paso a la Región de Magallanes y Antártica chilena, como la puerta de entrada digital al continente Antártico. 

A no dudarlo Humboldt y la proyectada conexión digital antártica, incrementarán el peso específico geopolítico de Chile, reforzando la soberanía digital de Chile al constituirse como hub digital de Latinoamérica y custodio de una conexión digital de carácter tricontinental, entre Sudamérica, la Antártica y Oceanía, incorporando de esta forma, más activos al patrimonio marítimo nacional como también Intereses Marítimos de carácter vital, que resguardar. 

A nivel global, las Líneas de Comunicaciones Marítimas Digitales son de importancia crucial y gravitacional. Transportan más del 95% del tráfico de data; internacional y de cabotaje de internet, telefonía, transacciones financieras, información, comunicaciones de todo carácter, etc., etc. y constituyen hoy la cuaderna maestra y global de la economía digital, de la distribución del conocimiento, del intercambio comercial y del devenir de la vida moderna en general. 

Las Líneas de Comunicaciones Marítimas – Digitales, vitales y ciertamente vulnerables, estarán cada día mas presentes en el portafolio de los Intereses Marítimos vitales de cualquier país. El informe de Research & Markets “Submarines Optical Fiber Cables” destaca que la inversión global de cables de fibra óptica submarina superará este año los €31.000 millones, una tasa anual de crecimiento de un 14.3%. No caben dudas de que la cantidad de kilómetros de cables submarinos de fibra óptica, se verá incrementado exponencialmente. 

Para un país de condición geográfica esencial de carácter insular, como lo es Chile, las Líneas de Comunicaciones Marítimas Digitales, representan una capacidad de carácter vital, que se origina en la necesidad de incorporar las potencialidades de territorios insulares y continentales, nacionales y de ultramar, a la dinámica de desarrollo socio económico del país. Oportunidades que la tecnología hará cada día más y más factible, y por tanto una tarea prioritaria para quienes tienen por deber otorgar esperanzas de más y mejor bienestar para nuestros connacionales. Un sujeto de Interés Marítimo consustancial y vital, para un país tricontinental y tri oceánico, como lo es Chile, y que al igual que todos nuestros Intereses Marítimos, deben ser oportunamente desarrollados, custodiados y eventualmente defendidos. 

Valparaíso, 29 de diciembre de 2025

 

 

 

 

 

 

 

 

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