Columna de Opinión:
Negociación por Ramal, una iniciativa que perjudica a los trabajadores.
Por Hugo Barra Salcedo. Director Liga Marítima de Chile
La fuerza laboral chilena, o población económicamente activa, está compuesta por 10,2 millones de personas según datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas. Alrededor de 6,7 millones ocupadas formalmente, 2,6 millones personas que trabajan en el sector informal y unos 870.000 desocupados (8,5%).
Podemos concluir entonces, a la luz de estas cifras, que un 34% (3,5 millones) de la fuerza laboral de Chile, no solo está desprotegida respecto de las leyes sociales, como previsión, salud y seguro de cesantía; tampoco percibe los beneficios de una negociación colectiva, bienestar, vacaciones pagadas, bonos de vacaciones, bonos por antigüedad, de productividad, sala cuna, etc., etc., etc.
En consecuencia, una de las primeras prioridades de quien deba conducir la nación en los próximos años, será propiciar condiciones para el arribo de nuevas inversiones y normativas laborales, que generen empresas, emprendimientos y oportunidades de trabajo formal, para nuestros connacionales.
Sin embargo esta semana, el actual gobierno, presentó los lineamientos de un ante proyecto de “Negociación por Ramal” a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Llama la atención que se presente a la CUT; una organización profundamente ideologizada y de dudosa representación de a lo más, solo un 14% de los trabajadores formales.
Una legislación laboral que permitiera abusos en un marco de Negociación por Ramal, podría exponer a Chile a una paralización de la cadena logística portuaria nacional, a causa de insatisfacciones en una negociación colectiva en algún puerto del país. Desincentivando de paso inversiones en los corredores bioceánicos que tanto requiere el país y Sudamérica.
Paralizarían todos los astilleros, industria pesqueras, centros de acuicultura del país, a causa de un paro en alguna industria de su ámbito sectorial?
El país enfrenta un serio desafío de empleabilidad. El alza del salario mínimo, desacoplada de la realidad, la disminución de las horas laborales semanales, sin implementar medidas para incentivar la productividad, y el necesario aumento de la cotización individual de los trabajadores, han construido un escenario de incremento del costo de la mano de obra, mientras simultáneamente experimentamos la disponibilidad de tecnologías que reemplazan trabajadores a costos finales, inferiores.
Chile debe mirar con atención las experiencias de Negociación por Ramal o Sectorial en el mundo. Varios países europeos además de Brasil, Argentina y Uruguay aplican este tipo de normativa laboral, con distintos énfasis. Sin embargo todos navegan hoy en sentido contrario, implementando procesos de modernización (o definitiva derogación) para incentivar y multiplicar oportunidades de trabajo formal.
Liga Marítima de Chile, nacida hace ya más de un siglo, como respuesta a la precarización de las oportunidades laborales en la industria de ribera y marítimas en general, advierte acerca las negativas consecuencias que un mal proyecto de Negociación por Ramal, podría acarrear para esos ya desprotegidos 3,5 millones de compatriotas, y que más bien podría profundizar los problemas de empleo, informalidad y bajo crecimiento que enfrenta la economía chilena. El propósito de cualquier reforma laboral, debe ser el propiciar la generación de más empresas y emprendimientos, y de esa forma crear más opciones de empleo formal.
Valparaíso, 27 de diciembre 2025
