Columna de Opinión:
Independencia el punto de partida. La soberanía, una tarea permanente
Por Hugo Barra - Director Liga Marítima de Chile
El proceso independentista de Chile no fue fácil. Se inició el 18 de septiembre de 1810 con una Junta Nacional de Gobierno, para resguardar los bienes de la corona española, y duró ocho años, hasta que en los Llanos de Maipú se sellara la victoria del Ejército Libertador, el 5 de abril de 1818.
Y nacimos como país independiente y ..........soberano. Dos conceptos, dos triunfos indisolublemente vinculados. Porque no se puede ser soberano sin ser independientes, ni sentirse independiente, si no se puede ejercer soberanía sobre los recursos vitales, tangibles e intangibles que nos identifican como nación.
Un territorio esencialmente insular y marítimo, descubierto desde el mar por Fernando de Magallanes, hace ya cinco siglos, que indujo tempranamente al conquistador a visualizar que las riquezas de la naciente República estaba en las vastas extensiones oceánicas que lo circundaban.
En consecuencia, apenas obtenido el triunfo en Maipú, Bernardo O´Higgins sembró los cimientos marítimos de la patria: impulsando el intercambio comercial a través del mar, otorgando la primera patente de comercio marítimo, origen de nuestra Marina Mercante, y creando la Comandancia de Marina, la Academia de Jóvenes Guardiamarinas y la Escuadra Nacional.
Desde entonces, la consolidación del territorio nacional se ha tejido desde y hacia el mar. Algunos hitos: Toma de los fuertes de Corral y Valdivia en 1820. Toma de Posesión del Estrecho de Magallanes en 1843, establecimiento de límite político norte, impulsado por la gesta de Prat en Iquique en 1879, y el control definitivo del mar que significó la victoria del Almirante Riveros en el Combate Naval de Angamos.
En 1888 Policarpo Toro toma Posesión de Isla de Pascua, otorgándole a Chile su condición de país tri continental. En 1916 el Piloto Pardo reafirma la condición antártica de Chile al rescatar a los náufragos de Shackleton. Y en 1946 el presidente Gabriel González Videla, acogiendo una iniciativa nacida en Liga Marítima de Chile, proclama la Zona Económica Exclusiva, una norma que hoy guía el Derecho del Mar.
Un territorio compuesto por 760.000 Km2 de territorio terrestre y 3,7 millones de Km2 de superficie marítima, sobre el cual Chile tiene hoy derechos y deberes. Siendo la Armada de Chile, hija de O´Higgins y madre de Prat, quien ha jugado un rol único y vital en la colonización del territorio insular, del territorio antártico y en esos 3,7 millones de Km2 de mar.
Y, no obstante, aún existen áreas de ese territorio sobre los cuales se objeta la soberanía e institucionalidad del Estado de Chile, como lo son los Campos de Hielo Sur, las 6.200 hectáreas de tomas de terreno y asentamientos ilegales, 486.000 hectáreas eventualmente expuestas a reivindicaciones en la Araucanía, además de áreas marinas cuestionadas por la mañosa utilización de la Ley Lafkenche, cabe preguntarse también, ¿qué hay de la soberanía que hoy ejercemos sobre los recursos intangibles de la nación?
Nuestra Identidad Nacional, la reputación de Chile en el concierto de las naciones, nuestro acervo cultural, ¿el Valparaíso que “se dice” Patrimonial? Nuestro folklore y poesía, ritos y festividades, en fin, todo lo cual constituye el Patrimonio Identitario Nacional de Chile.
Un patrimonio cultural tangible e intangible, hoy expuesto a la desidia, a un a veces intencionado olvido, y a débiles políticas públicas de educación y cultura que apoyen su correcta puesta en valor, difusión y preservación. Amenazado adicionalmente por las negativas externalidades que acarrea la permisologia, la falta de leyes que protejan y eviten la toma de propiedades, de edificios históricos siniestrados, la tecnología, la inmediatez e irreflexivo uso de la información.
Al día de hoy, Monumentos erigidos a próceres de la Patria han sido mancillados y otros se deben resguardar en cuarteles militares. No podemos ni debemos ser espectadores pasivos en este verdadero coliseo romano, en el que luchan la estética contra la ética, y se cuestionan nuestros valores patrios e identitarios. Gramsci no ha cambiado el rumbo, solo ha disminuido la velocidad.
Dejar, que en las olas se diluyan, los valores y principios que conforman nuestra identidad nacional, esculpida en el alma de Chile y defendida a fuego, por patriotas de la talla de Lautaro, O´Higgins, Camilo Henríquez, Portales, Prat, Baquedano, Balmaceda, Benjamín Vicuña Mackenna, el Almirante Merino y muchos otros, no es una opción.
Al conmemorar estos 207 años de independencia, Liga Marítima de Chile invita a involucrarse en el debate de ideas, a acompañar al guardiamarina Arturo Fernández Vial, a clavar el invencible tricolor, en el palo mesana de la corbeta. A embarcarse figurativamente en esa Primera Escuadra, no para capturar fragatas en Concepción o Callao, no! Sino para capturar el futuro!! defendiendo nuestra identidad y ejerciendo soberanía plena sobre nuestro patrimonio. El ejercicio de la soberanía sobre nuestro patrimonio cultural, natural e intangible, requiere de la voluntad de empleo sin tapujos de argumentos fundados y oportunos.
La Independencia fue el punto de partida; el ejercicio de la soberanía, es la tarea permanente.
Valparaíso, 18 de septiembre de 2025